INTRODUCCIÓN

La dimensión artística de un ingeniero, como ser pragmático y al mismo tiempo visionario, lo hace capaz de aunar lo útil con lo estético, reflejándolo en su trabajo.
El ingeniero, posee una cultura tecnológica que asume mayor importancia por sus funciones como encargado de la aplicación práctica de sus conocimientos, incluso hasta el desarrollo de la tecnología, por medio de estrategias y políticas.

FORMACIÓN
La formación de ingenieros se hace en dos etapas sucesivas de similar duración y ambas insustituibles:
- LA ESCUELA
- Conocimientos, comprensión y capacidad para usar las ciencias básicas y sus métodos.
- Conocimiento profundo de las ciencias de la ingeniería, sus alcances y sus limitaciones.
- Potencial para actualizar y ampliar esos conocimientos y capacidades mediante el estudio autodidacta y la observación sistemática.
En ella se adquieren:

- Conocimientos extra‐científicos necesarios para el ejercicio profesional.
- Capacidad de trabajar en equipo (con integrantes de especialidad y experiencia muy diversos).
- Elementos de buen juicio profesional (que luego se ampliarán y reforzarán en el ejercicio práctico subsecuente).
- Conocimientos y capacidades crecientes conforme se trabaja con apego a ciertas prácticas.
- Creatividad para generar diseños conceptuales congruentes con el diagnóstico.
- Conocimientos científicos y empíricos.
- Capacidad de contender con incertidumbres múltiples.
- Sensibilidad para simplificar sin distorsionar lo esencial.
- Capacidad de combinar conocimiento científico y empírico con buen juicio.
- Desconocen el ambiente y las prácticas laborales
- Carecen de conocimientos y habilidades prácticas
- No son capaces de trabajar en equipo
- Carecen de juicio profesional
- Acervo de teorías científicas y conocimientos empíricos.
- Capacidad lógica de inferir por abducción o conjetura.
- Capacidad de lidiar con la incertidumbre.
- Capacidad lógica de deducción (aplicar teorías a casos particulares).

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